EL UNIVERSAL
domingo 25 de marzo de 2012 12:00 AM
Un
minuto 15 segundos, según relató Manuel Antonio Fajardo, fue lo que
duró el terremoto de Caracas de 1812. Son 200 años los que se cumplen
mañana de aquel infortunado Jueves Santo en el que, según estimaciones
actuales de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas
(Funvisis), la tierra se movió a 7,3 grados en la escala de Richter,
para lapidar a la naciente Primera República y buena parte de las
edificaciones de la época.
En
la capital, aunque ninguna se encuentra en su estado auténtico, hay
estructuras que se convirtieron en sobrevivientes del desastre. Carlos
Duarte, historiador y restaurador, explica que el puente Carlos III (de
Dos Pilitas a Portillo en La Pastora), que permitía el paso de Caracas a
La Guaira, es una de ellas. También la Catedral de Caracas, cuyo reloj
se detuvo a las 4:07 minutos durante el terremoto y conserva el primer
cuerpo de su torre original del siglo XVII, así como la estatua de La Fe
que reposa en la parte superior de su cúpula. Agrega que en cuanto a
templos, sufrieron poco el de San Francisco y la capilla de Santa Rosa
de Lima (hoy dentro del Palacio Municipal de Caracas).
El
cuartel de San Carlos, aunque debilitado, recuperó su estructura en
1839 y se mantuvo hasta el pasado viernes como refugio de damnificados.
Muy cerca de allí, en espacios que hoy ocupa el Panteón Nacional, se
destruyeron varias edificaciones pero se mantuvo el Samán de la
Trinidad, plantado en 1735 como una estaca del simbólico Samán de Güere.
También persisten la Quinta de Anauco y Anauco Arriba (San Bernardino)
así como la Casona Ibarra (UCV).
De
Traposos a San Jacinto en la parroquia Catedral está la casa natal de
Bolívar, aunque acota Duarte que, tras el sismo, la vivienda perdió su
segunda planta interna. Cerca de allí, en la esquina Gradillas, la
recientemente recuperada Casa del Vínculo, rememora el sitio del cual
salió Bolívar hacia la plaza San Jacinto para pronunciar un discurso en
contra de los frailes que aseguraban que el terremoto era un castigo
divino por la emancipación.
Rogelio
Altez, antropólogo e historiador, difiere pues considera que Caracas se
ha caracterizado por una "transformación abrupta y recurrente del
urbanismo". De modo que ya para 1900, dice, el casco histórico había
renovado prácticamente todas sus edificaciones. No obstante, asegura que
la Catedral de Caracas ha demostrado gran resistencia a los hechos
naturales.
Otra
cosa que sobrevive en el imaginario colectivo es la imagen del Bolívar
heróico que pintó Tito Salas en su obra Terremoto de Caracas. "Si la
naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca",
es la frase que se ha acuñado al Libertador sobre este hecho. Pero,
Altez dice que fue José Domingo Díaz, afín a la Corona, quien en su
libro "Recuerdos de la Revolución de Caracas", le atribuyó una
afirmación que Bolívar nunca dijo.
Reviviendo la historia
Un
antes y un después es lo que promete brindar la Galería de Arte
Nacional en la muestra "Terremoto de Caracas, dos siglos después", que
mañana se abrirá en el espacio. La exposición de grabados, dibujos y
fotografías refleja la visión de varios artistas sobre el suceso.
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