martes, 11 de agosto de 2020

DESIGUALDADES SOCIALES Y VIOLENCIA

DESIGUALDADES SOCIALES Y VIOLENCIA
por: Yamile Delgado de Smith

La palabra violencia indica una determinada forma de proceder que ofende y perjudica mediante el uso excesivo de la fuerza. Connota cualquier tipo de coacción que obliga a realizar alguna acción en contra de la voluntad. Es toda agresión material o simbólica que afecta a las mujeres en su dignidad e integridad moral y física.  La convención Belem do Pará (1994), define la violencia como “Cualquier acción o conducta basada en su género que causa muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer tanto en el ámbito público como en el privado”. A esta convención le llaman la “Joya de la Corona” en la OEA porque es la única Convención que existe en el mundo sobre violencia contra la mujer y ello ha significado un avance sustancial en relación a la protección de los derechos humanos de las mujeres al reconocer la violencia contra la mujer como un delito y una violación a los derechos humanos de las mujeres
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) la precisa como  “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”. Art. 1(3)
Definir la violencia basada en género, en opinión de Moreno y Delgado, op.cit, implica describir una gran variedad de actos y hechos que van en contra de los derechos de las humanas. La violencia hacia la mujer, es inseparable de la noción de género porque se basa y se ejerce en y por la diferencia social y sexual entre las personas. La violencia basada en género nos conduce a abordarla desde lo individual y desde lo colectivo. Hablar de violencia hacia la mujer, es un asunto complejo donde entran en juego una multiplicidad de factores y de miradas. Abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, se ignora y se subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su vida cotidiana.
Uno de los principales efectos de la violencia de género expresados en la vida cotidiana es el quebrantamiento de la identidad. Es la alienación del pensamiento, lo que deviene en desestructuración psíquica, perturbando e impidiendo reaccionar frente a la agresión. En tanto tal, imposibilita pensar convirtiéndose en un grave obstáculo para el desarrollo económico-social; porque inhibe el pleno desarrollo de las mujeres impactando considerablemente en el desarrollo humano de los pueblos. Arrasa con la subjetividad, es decir, con aquello que nos conforma como persona. Una suerte de indefensión, una pasividad sellada por fuertes representaciones las cuales condicionan formas de ser, de pensar y de actuar.
Sellos arquetipales que nos construyeron como lo otro, sumisas, temerosas, vulnerables, débiles, pasivas e indefensas. Pero también, esto ocurre por “los anclajes que habitan en las mujeres en Venezuela y América Latina. El  anclaje se da a través de situaciones que hemos vivido y que condicionan comportamientos posteriores. Con ello, quiero significar que acojo la idea que nuestra conducta en el presente tiene influencia en la experiencia vivida. Los anclajes mayoritariamente presentes en los países de América Latina son: Anclaje Figura materna; Anclaje Una tía que se encarga de la madre; Anclaje Los hermanos en la casa de la abuela; Anclaje Religioso; Anclaje Los muertos entre nosotros; Anclaje Figura del padre; Anclaje Espiritual; Anclaje El aula y el Anclaje del amor”, Delgado de Smith (2010:13). En cada uno de estos anclajes, que no son objeto de análisis en este documento, se manifiestan diversas situaciones de la vida cotidiana que en ocasiones hacen visibles situaciones de violencia.
Las manifestaciones de violencia han sido una constante desde la reproducción de la social desde épocas pretéritas. Hoy, cuando las mujeres desempeñan diversos trabajos que las convierten en notables actoras laborales, la situación no ha cambiado, sigue sumida en unas coordenadas de violencia que ahora involucran tanto al compañero de vida así como también al jefe de una empresa, al vendedor de una tienda, al chofer de un taxi, entre algunos ejemplos que pueden exponerse.
Pareciera que todo tiende a la consolidación de toda una cultura de la violencia hacia las mujeres, pues como lo advierte De Freitas (2010),
Decir que la violencia forma parte de nuestra cotidianidad social puede parecer exagerado y, paradójicamente, al mismo tiempo resulta lugar común. Precisamente esa cotidianidad nos impide algunas veces reconocerla, aunque sea ejercida contra nosotros mismos, o seamos nosotros sus ejecutores, por lo que sólo una mirada desde afuera, desde la otra orilla, por efecto, quizás, de algún otro que nos alerte, nos permite ver su cara oculta. (p.5)

Descubrir esa cara oculta de la violencia tal vez permita comprender que se ha legitimizado desde siempre, es decir desde que los hombres eran los directrices de la vida familiar desde el punto de vista de las consideraciones económicas y de la vida sexual, hasta comprender  que hoy se sigue el mismo patrón hegemónico que obliga considerar la supremacía de una persona sobre otra.

Referencias y documentos de lectura

Butler, Judith (1995). “Gender Trouble: Feminism and the subversion of identity” in Routledge; Whittier, N. (Coord.) Feminist Generations: The persistence of women’s movement. Philadelphia. Temple University Press.

Braidotti, Rossi (2005). Metamorfosis: hacia una teoría materialista del devenir. Editorial Akal. Madrid.
CEPAL (2008). ¡Ni una más! El derecho a vivir una vida libre de violencia en América Latina y el Caribe

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Convención Belem do Pará (1994). Brasil


De Beauvoir, Simone (1949).  El Segundo Sexo. Siglo XXI. Buenos Aires.

De Freitas, Julio. (2010). Reconocer las violencias para no reproducirlas. Serie Quehacer comunitario. N° 14. Caracas: Fundación Centro Gumilla.

Delgado de Smith, Yamile (2008). El Sujeto: Los Espacios Públicos y Privados desde el Género. Revista Estudios Culturales. Vol.1. No.2. pp: 113-126.

Delgado de Smith, Yamile (2010). Anclajes para comprender la vida. Universidad de Carabobo.  Laboratorio de Investigación en Estudios del Trabajo. Grupo de Investigación en Género. Valencia.

González, María Cristina y Yamile Delgado de Smith (2007). Cotidianidad y violencia basada en género. Claves epistemológicas. Revista Venezolana de Estudios de la Mujer. Vol.12.No. 29 .pp:117-134

Organización de Estados Americanos (1994). Convención Internacional para Prevenir, Sancionar, y Erradicar la Violencia contra la Mujer, Belem do Pará. Brasil.

Organización de Naciones Unidas (1999). Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Washington.

Sen, Amartya (2000). Desarrollo y libertad, Bogotá, Planeta Colombiana editorial S.A.

Sen, Amartya (1990). “Gender and cooperative conflict”, en TINKER, Irene (ed.), Persistent inequalities, New York, Oxfor University Press.

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