martes, 26 de abril de 2011

Mujeres en el Mundo: Colonialismo, racismo, redes, violencia de género, política y ciudadanía

Prólogo

Existen muchas definiciones de lo que es ser- feminista, así como también existen muchas tendencias dentro del feminismo. Por eso, y debido a que hoy día el vocablo ‘feminista’ confunde y hasta se le asigna muchas veces una concatenación negativa, vale la pena hacer una concisa aclaración inicial a ese respecto, de manera  que sirva  para colocar el contenido de este libro de la serie Mujeres en el Mundo en su debido contexto.

Así, cuando afirmo que este libro es el fruto de una metodología y práctica feministas, me refiero a varios elementos que deben ser tomados en cuenta al comenzar su lectura. El primero, y que es tal vez el más crucial, es recordar que ninguna de las autoras de los artículos aquí incluidos nació mujer, sino hembra. Y que se convirtió en mujer por haber crecido en el entramado de estructuras sociales, valores y costumbres que regían en sus respectivos países y/ o regiones de origen, al momento de sus respectivos nacimientos. Algunas de ellas se convertirían más adelante en mujeres feministas ¿Cómo? De distintas maneras En mi caso particular, aun recuerdo cómo, a medida de que fui percibiendo las diferencias que existían en el tratamiento concedido a un niño y a una niña de la misma edad, en su misma familia y fuera de ella, especialmente en la escuela y en la iglesia, así como las diferentes expectativas que las personas mayores depositaban en ellas y en ellos, fui tomando conciencia de mi posición social menoscabada , y de que iría a sufrir, a causa de mi sexo y al convertirme en  adulta -serias discriminaciones e injusticias sociales. Por eso, y en cuanto mujer y feminista, he dedicado todos mis esfuerzos existenciales a cambiar las raíces estructurales de tales injusticias. Dichos fenómenos provenían y provienen de la existencia en Argentina, al igual que en todas las sociedades actualmente existentes, de un triple juego de relaciones sociales de poder de raza, de clase y de género, que generaban y generan distintos tipos de desigualdades sociales entre los seres humanos.

Tengo por mío que ser feminista y hacer feminismo requiere primero que nada que una mujer asuma conscientemente su condición de tal, para luego luchar incansablemente - y de ser posible, colectivamente - por corregir las injusticias derivadas de su condición.  Ello puede hacerse a través de multiplicidad de prácticas discursivas, siempre que las mismas tiendan a confluir en última instancia en una estrategia común, cual es  la eliminación de todas las desigualdades sociales de género, de clase y de raza, muchas de las cuales derivan también de factores tales como la edad, la educación, el ejercicio de la sexualidad, las adhesiones político- religiosas, y así siguiendo.

Sabido es que la subordinación social de la población femenina afecta a todas las  mujeres por cuanto son todas miembras del género femenino, aunque se sepa que esa subordinación no las afecta a todas ellas de la misma manera .Y que esto es así porque dicha subordinación social genérica asume distintas formas especificas en cada contexto históricamente determinado, aunque siempre se caracterice porque describe una relación de desigualdad con respecto al género que siempre ejerce la dominación social: es decir, el género masculino (aunque también, obviamente, existen profundas diferencias en la manera en que se ejercita y vivencia dicha posición dominante entre los varones que lo componen, en función de sus respectivas inserciones de clase, su edad, educación, credo e ideología, entre otros).

Ahora bien : las relaciones entre las mujeres entre sí, al igual que las relaciones de las mujeres con los  hombres, y las relaciones de los hombres entre sí, son muy complejas y ameritan por ello mismo un permanente lugar en el trabajo de investigación , a fin de poder evaluar sus distintas expresiones y sus cambios. Esta última finalidad es la que guió el proceso que culminó en este libro. Es decir, tratamos  de establecer los avances y retrocesos que se han producido en los estudios que se centran en el estudio de las mujeres, los hombres y los géneros en Latinoamérica, en comparación no sólo con España y otros países, sino que con especial referencia a los cambios que también han afectado la situación de los hombres de las mismas latitudes en el mismo periodo. De no enfocarse así, la investigación sobre las mujeres, y por más que a ello se le llame ‘adoptar una perspectiva de género’, arriesga caer en una trampa machista: el hembrismo. Por tanto, una investigación para ser considerada feminista debe siempre evitar estudiar a las mujeres en un vacío.

De acuerdo con todo lo anterior, y mientras en América Latina las mujeres feministas ensayan distintas tácticas de lucha , y así como se suceden allí año a año encuentros feministas nacionales, regionales y/o continentales, mientras se acrecientan las acciones de agencias no feministas, notablemente las así autollamadas mujeres ’pro -vida’, una manera un tanto simple, pero posible, de acompañar y apoyar aquellas prácticas feministas desde la academia, es tratar de conceptualizar con ojos críticos y lo más radicalmente que sea posible, dichos fenómenos. Y para poder hacerlo con total autonomía, financiera e intelectualmente hablando, el Grupo de Trabajo ‘Mujeres, Hombres y Géneros para el desarrollo sostenible’ convoco en el 2009 a reunimos otra vez , aprovechando la infraestructura y atmósfera brindadas por el VI Congreso Europeo del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina (CEISAL), en la Universidad de Toulouse. Un segundo paso consistiría en compartir, los resultados de nuestro trabajo colectivo con un público más amplio.
Herramientas adecuadas para ese fin hay varias: una de ellas es este libro. Pero ¿por qué escogimos la presente selección temática, y no otra?

Por dos razones básicas, que tal podrían resumirse en una sola. Por una parte, se pretendía resaltar como prueba del avance en los estudios sobre las mujeres, los hombres y los géneros, el rol central e independiente jugado por las mismas mujeres que son objeto de nuestras investigaciones. Porque son (somos) al mismo tiempo quienes deciden (decidimos) el alcance y la orientación de su (nuestro) propio quehacer. Es decir, que ya no ocurre más, o tanto, lo que ocurría cuando comenzaron a sistematizarse los estudios sobre ‘las latinas’. Cuando mujeres en su mayoría provenientes de otras latitudes y distintas culturas viajaban  a nuestros países para estudiar (nos) y tratar de explicar(nos) quienes y cómo éramos, y si estábamos, o no, satisfechas con nuestra situación en cuanto mujeres oprimidas, explotadas, infantilizadas, dependientes, subordinadas, conservadoras: en fin, víctimas y cómplices de todo, se suponía, menos concientizadas. En este sentido, se ha avanzado mucho, como las múltiples voces que hablan por sí mismas en este libro, y las distintas metodologías escogidas para decirlo lo demuestran.

Por otro lado, se quiso hacer de esta publicación una forma de apoyo a una práctica endógena  novedosa, cual es la existencia de serie ‘Mujeres en el Mundo’, del la cual el presente volumen es el sexto. Su mera existencia es también un paso adelante. Surgida sólo en 2006, en la Universidad de Carabobo, Venezuela, y coordinada desde entonces por dos dilectas miembras del Grupo de Trabajo ‘Mujeres, Hombres y Géneros para el desarrollo sostenible’ del CEISAL, las Dras Yamile Delgado de Smith y María Cristina González, este tomo representa el sexto que han producido.

Muy a diferencia del casi absoluto aislamiento y falta de reconocimiento en que nos movíamos las intelectuales y políticas feministas latinoamericanas durante los años 50 y 60, las que quedamos vivas trabajamos hoy día cada vez menos aisladas, más reconocidas, de manera más colectiva , y a veces, hasta solidariamente. Un buen  ejemplo de lo antedicho lo constituyó el Simposio 38 del referido Congreso de CEISAL, en el que se trabajó, como se ha dicho, por cerca de dos años, y que el esfuerzo de muchas personas hizo posible. Y aunque hasta aquí todo parezca igual, no lo es. Porque este volumen sexto de la serie, y que recoge los resultados de ese Simposio, tiene una gran particularidad. Su  contenido es fruto directo del trabajo colectivo de un  G de T. Equipo de investigación que fuera creado oficialmente por CEISAL en 2001, a instancias de su por entonces nuevo Presidente  Prof. Dr.Andrzej Dembicz, y cuya articulación, dirección y responsabilidad esta - desde entonces hasta ahora - a mi cargo. Este volumen muestra también la evolución y proyección alcanzada por dicho grupo a través de una década.

Es por ello también  razón de regocijo presentar en las páginas que siguen un aspecto de  las muchas tareas que lleva adelante nuestro G de T. Esperaríamos que este libro pueda llegar, entre otras, a las universidades de los 18 países europeos que participan en el CEISAL; y que sea usado en nuestro continente y en resto del mundo, mostrando algunos de los avances que en materia de investigación se han realizado  recientemente en nuestra área de competencia. Nada seria mejor que este libro pueda  contribuir, aunque sea muy modestamente, a formar a nuevas generaciones de estudiantes dentro y fuera de Europa, América Latina y El Caribe.

No todas las autoras de los artículos seleccionados para componer este libro, son miembras de nuestro G de T permanente. Ni sabemos tampoco si son todas feministas. Pero confiamos en que al menos todas lo sean  en espíritu y valores, puesto que sus intereses académicos confluyen hacia una misma meta. En resumen: este libro ofrece a la lectura una muestra del continuo movimiento expansivo de temáticas, formaciones profesionales y países de localización de un número creciente de mujeres - y en menor medida también de hombres- que se ocupan de sistematizar las experiencias, avances y retrocesos que se producen en sus respectivos países con respecto a los derechos de las mujeres y/o los hombres, en el contexto de un modelo neoliberal de crecimiento económico, el que ha sumido a la economía capitalista a nivel mundial en una prolongada crisis económica.

Hay muchos ejemplos en  la selección de artículos que sigue de los avances que se han dado en la situación del género social femenino en su conjunto y en relación con el género social masculino, en países tales como Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, México, Perú, Venezuela, y España. Hay también muchos vacíos en este libro, que expresan más que nada nuestras propias limitaciones e incapacidad de atraer autoras/es dedicadas/os a ciertas temáticas, como las referidas a estudios sobre las feminidades y las masculinidades, el feminicidio, los derechos sexuales y reproductivos, los avances teóricos especialmente provenientes del campo del lesbianismo, la irrupción de presidentas femeninas, la intromisión de un número creciente de  iglesias en la vida sexual y afectiva de sus feligreses/as, la trata de personas a nivel intra y extracontinental, los grupos feministas resistiendo el golpe de estado (2009) en Honduras, son apenas algunos de ellos. En otras palabras, el rango de los temas discutidos en este volumen,  varios de los cuales no necesariamente respondieron estrictamente a la agenda convocatoria del Simposio 38 de Toulouse, muestra tal vez mejor que nada los problemas que falta superar. Pero sin embargo,  permiten afirmar que los estudios sobre las mujeres y los hombres, los/as adolescentes, y las/os niños/as, en América Latina, en general han crecido, sí, pero lo han hecho a un ritmo desigual y combinado.

Así que, y como bien lo explica en su trabajo Belén Vázquez.”Por todo lo expuesto hasta el momento, aún nos queda un largo camino por recorrer. En la Universidad y fuera de ésta, ya que en una situación social, económica y política como la actual no nos podemos permitir desperdiciar el potencial de ese algo más del 50% del total de la población que son las mujeres. Así ha quedado recogido en distintas declaraciones internacionales a la hora de buscar alternativas y opciones para conseguir el desarrollo de aquellas sociedades objetivos de la Declaración del Milenio”….”Nos encontramos en un momento en el cual determinados sectores sociales empiezan a mostrar explícitamente su rechazo – incluso podríamos decir su miedo – al ascenso de las mujeres. A esta concreción de los derechos adquiridos a lo largo de tantos siglos, sobre todo, de las últimas décadas del anterior y de la que llevamos del presente”.

En tiempos de turbulencias económicas, las mujeres experimentan las consecuencias negativas con mayor rapidez y se benefician de la recuperación más lentamente. Las mujeres vuelven a ser –en todo el mundo- las más discriminadas y vulnerables.”

Marta Zabaleta
Middlesex  University
Londres, 16 de agosto 2010

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