El significado de la muerte
Por: Yamile Delgado de Smith
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos. Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.
El significado de la muerte está asociado a la
vida, por lo que ambas configuran un todo cultural y social, donde se
comprenden sus significados y se categorizan sus dimensiones para efectos de su
comprensión.
Palabras clave: Muerte, vida, cultura
EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE
Desde el punto de vista biológico. Se entiende como el cese de las funciones vitales del
organismo.
Desde el punto de vista religioso. La muerte se entiende, como un estadio de la vida, que más
allá del dolor y su ritualidad que la caracterizan, implica un acto
transcendente donde el ser vivo, pasa a una dinámica universal simbólica,
acompañada de ritos y ceremoniales, dándole al espíritu un significado que se reencuentra
en esferas de vida eterna, o en distintos planos de existencia.
Desde el punto de vista filosófico y cultural. La reflexión sobre la muerte es una reflexión
sobre la vida; en lo cultural, una relación de valores construidos de una
manera simbólica y colectiva sobre creencias legítimas que construye memorias
sobre el significado del ser y su trayectoria.
Lo que pensamos de la muerte sólo
tiene importancia por lo que la muerte nos hace pensar de la vida. Charles de
Gaulle (1890-1970) Político francés.
Alrededor de la
muerte, las comunidades y las sociedades, construyen creencias sostenidas, cuya
expresión práctica se hace a través de un conjunto de ritos sostenidos
culturalmente como opciones legítimas de un sistema de valores, de reglas
positivas o derivadas de la tradición.
Los ritos son
expresiones culturales que configuran símbolos litúrgicos y tradiciones a
través de los cuales una comunidad organiza los elementos ceremoniales,
litúrgicos y de culto, alrededor de una cosmovisión religiosa o mística,
que mantiene unificado de una manera representativa las creencias
compartidas de un colectivo socialmente organizado.
La muerte es una quimera: porque
mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no
existo yo. Epicuro de Samos (341
AC-270 AC) Filósofo griego.
La acción práctica del rito se expresa a través de procesos que se ponen en práctica a través de rituales solemnes.
Por esa vía los ritos funerarios y sus acciones prácticas (rituales) adquieren una dimensión cultural a través de los cuales se rinde culto a la muerte y cuya complejidad está asociado al sistema de relaciones sociales y de organización de la vida social, bajo la contextura de una institución, que prescribe pautas. En este contexto, enterrar o cremar al difunto es una decisión cultural.
Acá la dimensión religiosa como expresión ceremonial, reproduce el conjunto de creencias y preceptos contenidas en valores y ejecutadas en atención a unos marcos regulatorios que configuran la fe y las convicciones religiosas de un colectivo. Los libros de referencia, que estructuran una religión y sus creencias, constituyen el legado histórico de una nación, de una comunidad, de una sociedad, que orgánica y funcionalmente, prescriben las acciones a seguir.
Para el judaísmo, lavar al difunto como un acto de purificación, envolverlo en una sábana para luego enterrarlo es distinta a las creencias budistas donde se conserva el difunto con formol durante un periodo de siete días para luego proceder a su cremación y expandir sus cenizas en un río.
Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte. Blaise Pascal (1623-1662) Científico, filósofo y escritor francés.
El ciclo de acompañamiento y de prácticas religiosas alrededor de la muerte tiene para efectos de los actos de articulación de los adherentes, una simbología envolvente y remedial de primer orden.
Se trata de
simbologías adscritas al orden religioso, diferenciado en sus creencias, y con
un elemento en común; el respeto y el tránsito con valor sublime de lo terrenal
al espacio de lo espiritual con fe y determinación trascendente.
En este contexto,
los ritos y rituales van a significar los contenidos del hecho institucionalizado
de las religiones fundamentado en textos básicos de enseñanza religiosa.
El judaísmo, el
budismo, el islamismo, las religiones cristianas y el catolicismo tienen en sus
componentes religiosos, normas y preceptos, de referencia a los fieles donde se
prescriben prácticas y se determinan las normas en la administración de los
actos fúnebres. Por ejemplo, recientemente, el Papa Francisco I al referirse a la muerte
nos señala “La muerte, iluminada por el misterio del Señor
Resucitado, nos ayuda a ver la vida con mirada nueva, como una ocasión que Dios
nos da para amar a los demás y hacer el bien, quitando del corazón la ambición,
el rencor y el resentimiento” y al referirse a la cremación, viabilizada para
los católicos, sentencia que las cenizas debe reposar en un lugar sagrado.
LA MUERTE COMO REALIDAD BIOLÓGICA Y LA MUERTE COMO METÁFORA
La
muerte, deceso, defunción, expiración, fallecimiento u óbito, es un estado
orgánico final e irreversible donde el sistema, bio psíquico, deja de
funcionar, por razones naturales, violentas o indeterminadas, inesperadas,
salvo que ésta sea temporal como ocurre con la catalepsia (muerte aparente)
donde el organismo “muere” por un determinado periodo, razón por la cual las
normas prescriben un tiempo de espera entre el hecho de la muerte y su
cremación o entierro.
La
muerte social, frases como Dios ha muerto o la muerte del sujeto histórico
constituyen metáforas y sentencias civilizatorias para relacionar
culturalmente cambios importantes en las interpretaciones que un colectivos
tiene frente a realidades históricas matizadas con nuevos contenidos, que
permiten, revalorizar o disponer de nuevos mecanismo de convivencia.
Referencias
bibliográficas
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Reflexiones sobre cultura de la muerte en tiempos de pandemia. Boletín
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Oviedo Soto, S. J., Parra
Falcón, F. M., & Marquina Volcanes, M. (2009). La muerte y el duelo. Enfermería
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