martes, 4 de agosto de 2020

MUJERES OBJETO DE VIOLENCIA LABORAL


Yamile Delgado de Smith
Universidad de Carabobo

A través de los años uno de los mecanismos para lograr una mejor sociedad, con equidad y libertad, es la lucha por los derechos humanos. Sin embargo, esta iniciativa se ve obstaculizada por actos de violencia de hombres contra mujeres que las afecta en lo físico, sexual, social y  psicológico.
Son muchas las manifestaciones de violencia contra la mujer y una de sus causas tiene su origen en un fenómeno patriarcal que aún está vigente en nuestra sociedad    (carácter androcéntrico de la sociedad). De allí, que aún a finales de la primera década del siglo XXI, se observen conductas agresivas de hombres hacia mujeres en las espacios privados y públicos.
En el mundo del trabajo una de las formas de violencia se le conoce como acoso laboral el cual ocurre de diversas maneras. Así, por ejemplo, se presenta hostigamiento para afectar la tranquilidad de muchas mujeres en el trabajo, amenazar su estabilidad e incluso pueden llegar a ser objeto de nepotismo laboral al ser excluidas en puestos de trabajo que permitan su desarrollo.
Otra forma de violencia en el trabajo es el acoso sexual, el cual se manifiesta en formas verbales o físicas de índole sexual, para lograr la sumisión de muchas mujeres en el trabajo.
El acoso psicológico es también una manera de violencia. Esta agresión ocurre cuando una mujer es objeto de actos constantes de regaños, ataques, maltratos y asedio.  Existen claros ejemplos de muchas mujeres que han sido objeto de acoso psicológico, en especial cuando ellas son competentes. Muchos hombres al darse cuenta que las mujeres les compiten crean situaciones para impedir su desarrollo. En ese sentido, por citar un ejemplo, si una trabajadora está estudiando un postgrado en horas no laborales, puede ocurrir que su jefe le exija trabajos al final de la jornada para evitar que ella pueda asistir a sus clases. Si le resultan familiares los ejemplos acá comentados, es recomendable  que tome acciones para denunciarlas ante la organización en la que trabaja o a través de las instituciones del Estado que protegen a las mujeres frente a las diversas formas de violencia. Es bueno saber que el silencio sólo permitirá que la violencia se instale cómodamente en los lugares de trabajo.