Por: Yamile
Delgado de Smith
@yamiledesmith
yamilesmith@gmail.com
Estimados
todos,
Dr. Ulises Rojas, Vicerrector
de la Universidad de Carabobo.
Dr. Benito Hamidian, Decano de
la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Dr. Rolando Smith Ibarra, ex
vicerrector, y exsecretario de la Universidad de Carabobo. Y actual coordinador
del LAINET.
Dr. Williams Aranguren y profesora Carol Omaña; Directores de Investigación y
Producción Intelectual de los campus Bárbula y La Morita.
Prof. Pablo
Polo, Director del
INFACES.
Dr. Carlos
Zambrano, Coordinador del
Centro de Investigación en Sociedad, Economía y Transcomplejidad (CISET).
Dr. Miguel
Mujica, Coordinador del
Centro de
Investigación y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa y la Microempresa
del estado Carabobo. Y del
Laboratorio de Microeconomía Aplicada "Pedro Mijares"
Dr. Leonardo
Villalba, Coordinador del Centro de
Investigación y Desarrollo de las Tendencias y la Cultura Tributaria (CIDTCT).
Prof. Cirilo
Orozco Moret, Coordinador de
la Unidad de Investigación en Educación Matemática para las Ciencias Económicas
y Sociales (IEMAT)
Prof. Gustavo
Guevara, Coordinador de
la Unidad de Investigaciones Económicas y Sociales (UIES).
Dra. Ermelinda Mendoza, Coordinadora del Grupo de Investigación en Estudios Culturales y Organizacionales
(GIECO).
Dra. María Isabel Puerta
Riera, Coordinadora del Grupo de Investigación en
Política e Instituciones (GIPI).
Dra. Magda Cejas, Coordinadora del Grupo de Investigación en
Empresa, Universidad y Sociedad (GEUS) y Directora de Postgrado.
Dra. Iraida Pérez Silva, Coordinadora del Grupo de Investigación Nueva
Economía y Sociedad (GUINES)
Dr. José Ortiz,
Directores
presentes, investigadores acreditados,
amigos todos.
Hemos crecido…
un aplauso por eso.
…
Hoy es un día, donde quiero agradecer la gentileza de una gerencia que
reconoce la labor de los investigadores. Y me da la oportunidad, por primera
vez desde mi acreditación en la convocatoria del año 1999, de poder hablar a
nombre de los acreditados. Gracias entonces a quienes dan esta oportunidad.
Gracias por permitir que mi voz se escuche ante este selecto grupo de
investigadores de nuestra Universidad de Carabobo.
Agradecer nos conecta con la abundancia porque centramos la atención en
lo que sí tenemos. Aquello que recibimos del universo a través de la gente que
suma en nosotros abundancia. Cuando agradecemos nos hacemos conscientes de
nuestra abundancia y esto es lo que deseo destacar en esta breve intervención. Nosotros,
somos abundancia y la Universidad de quien fue primer Rector, Dr. Alejo
Zuloaga, hoy nuestra, tiene abundancia que quiero destacar.
Mirar el pasado nos permitirá saber cómo hemos crecido en materia de
investigación en nuestra FACES y en nuestra Universidad de Carabobo en materia
de acreditación de investigadores. Pero, ¿qué es la acreditación y cómo nos
llega?
La acreditación es un mecanismo que permite tener indicadores que para
el caso nos asocia con la producción de saberes. La acreditación es un
indicador de medición y comparación con otras universidades del mundo.
En el mundo, la acreditación está asociada a la institucionalidad que
logran las asociaciones de investigadores. En este sentido, las asociaciones
para el avance de la ciencia surgen en Europa por la necesidad, aún presente, de mantener
vínculos con los científicos. De esta manera en la historia del siglo XIX se
reconocen las asociaciones para el avance de la ciencia de: Suiza (1822), Inglaterra (1831), Italia (1839), Estados Unidos (1848), Francia (1872) y Australia (1888).
En América Latina las
Asociaciones para el Avance de la
Ciencia aparecen en el siglo XX, a propósito del crecimiento,
desarrollo y modernización de los pueblos latinoamericanos. De esta manera, por
citar un ejemplo, 1933 es el año para Argentina; 1948 es el año de Brasil. En
Venezuela, se inaugura la década de los 50 con lo que hoy conocemos como la
Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC).
Los años transcurrieron y cada país a través de los gobiernos y las
llamadas academias de ciencia fueron creando las condiciones para dar paso a
los procesos de acreditación y numerarios. Este proceso lleno de detalles y
objeto de profundas contradicciones, avances y retrocesos, resulta interesante
y tiene impacto en lo que hoy tenemos en Venezuela y el resto del mundo que en
materia de acreditación avanza de manera y tiempos distintos.
En Venezuela, el proceso de acreditación se puede ubicar con los
esfuerzos realizados en el año 1989 a través del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT). En ese año se dio la primera
convocatoria para acreditar a los investigadores. En el año 1991 teníamos un
investigador de nuestra Facultad. Para el año 2000 éramos tres. Con los años,
esta cifra crece; y hoy, 10 diciembre del año 2014, somos 56 personas
acreditadas en el sistema nacional de acreditación (PEII).
Hemos crecido, hay abundancia de
calidad que mostrar. La Universidad de Carabobo, de acuerdo al registro del
OctiUC, cuenta con 119 estructuras de investigación, distribuidas en 7
facultades y 2 campus. Y la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales es la
tercera con 14 instancias de investigación, luego de las Facultades de Ciencias
de la Salud con 49 e Ingeniería con 21 instancias de investigación. Todas estas
estructuras y cátedras son escenarios de las ilusiones de muchos investigadores
que no desmayan por ser parte de los nobles propósitos académicos de nuestra Alma Máter. Hemos crecido; tenemos
abundancia que mostrar.
Hay otros espacios que han
recreado la consolidación de las redes de investigación. Me refiero a los
doctorados en el concierto de la investigación. También, aquellos espacios para
participar en congreso, estancias de investigación y los más variados
intercambios que surgieron con la política acertada y reglamentada del CODECIH,
hoy CDCH, Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad de
Carabobo.
Pronto nos reuniremos seguramente
en el Congreso de Investigación de la Universidad de Carabobo, hoy una
tradición y en el pasado un sueño de muchos. Allí, nos vemos los estudiosos del
mundo del trabajo, la administración, los estudios culturales, los estudios
organizacionales, ambiente, ciencia, tecnología, Matemáticas, mundo de vidas, subjetividades,
turismo, PYMES y estudios de género; entre otros temas del mundo social que nos
anima. Cada quien, desde distintos lugares hacen sus aportes con sentido social
e inclusión.
Estos saberes requieren ser
divulgados. Por eso, no debe escapar de nuestra manos todas las oportunidades
de hacer visible lo que hacemos. Este es el caso del OctiUC y los observatorios
de ciencia y tecnología. Y todo aquel que la cotidianidad académica, local,
regional, nacional e internacional nos ofrezca.
La vida del investigador debe estar
abierta a las críticas porque permite darnos cuenta de nuestras fortalezas y
las necesarias mejoras para una producción de saberes con sentido social e
inclusión. Entonces sí, es tiempo de felicitarnos por lo que hemos logrado y reconocer
en la evaluación institucional un mecanismo para seguir creciendo. Habrá que
revisar las líneas de investigación y hacer los ajustes para disminuir y ampliar
de acuerdo a nuestra acción investigativa.
Finalmente, quisiera terminar
esta disertación formulando algunas ideas a través de los cuales podemos seguir
construyendo excelencia académica siendo
el norte la investigación.
1.
Abrir institucionalmente espacios de intercambio de saberes con
pares académicos e instancias académicas, a nivel interno y externo, de la
institución. Esto con la finalidad de integrar esfuerzos y darle visibilidad a
las labores de producción de saberes que hacemos en nuestra facultad y en
nuestra universidad.
2.
Fortalecer las estructuras académicas de investigación con transferencia
directa de recursos técnicos y financieros. Es imperativo tener acceso al
financiamiento con mayor acompañamiento institucional.
3.
Crear un fondo universitario de investigación con recursos
provenientes de la institución así como transferencia de recursos por servicios
del o al entorno.
4.
Fortalecer la línea editorial de divulgación de los saberes con
fondos financieros directos. Apoyo al esfuerzo editorial así como esfuerzos
institucionales de intercambio, canje y
distribución.
5.
Acompañar los esfuerzos de formación de investigadores,
estimulando los estudios de cuarto y quinto nivel así como la incursión de
nuestros investigadores nóveles a los programas de acreditación interno (OctiUC,
BRA) como externo (PEII). Si apadrinamos
tres investigadores cada uno de nosotros, dentro de dos años seremos tres veces
los que hoy estamos en esta cálida reunión.
6.
Consolidar espacios de socialización de los saberes que permitan
verificar en la práctica la pertinencia y calidad de nuestros esfuerzos
investigativos.
7.
Estimular la integración inter, multi y transdisciplinaria de la
producción de saberes con colaboración y cooperación para el abordaje y
solución de los problemas del conocimiento.
8. Darle continuidad a los
programas de estímulo consolidando las facilidades y transferencia de recursos
al investigador para consolidar su carrera. Y a las instancia, de investigación,
para facilitar su trabajo.
9. Sugerir la creación del
Consejo Superior de Investigación de la facultad como un mecanismo que integre.
Ya tenemos instancias y estructuras investigativas con madurez, productividad y
densidad colaborativa que nos coloque en igualdad de condiciones normativas con
el resto de las facultades. Este Consejo permitirá, entre otras cosas, la
acreditación de proyectos de investigación que al no requerir financiamiento no
encuentran legalidad y legitimidad de sus acciones.
10.
Iniciar con urgencia la réplica de algunas instancias de
investigación consolidadas en el Campus de Bárbula a nuestro Campus La Morita
como un medio de impulso y estímulo a las actividades de investigación.
Lo dicho hasta acá nos permite
decir que hemos crecido pero también que tenemos muchos retos para la
producción de saberes con sentido social. Un aplauso para ustedes por ser
protagonistas de esta abundancia.
Universidad de Carabobo, 10 de diciembre
de 2014